Por: Le Quotidien
"Tunis Théâtres du Monde abre con El jardín de las Hespérides: un viaje por los vericuetos del universo femenino La tercera edición de "Tunis Théâtres du Monde" se inauguró ayer, jueves 20 de marzo, en el teatro "Le 4ème Art" de Túnez. Organizado por el Théâtre National Tunisien (TNT). La noche de la inauguración, el público asistió a una representación teatral, una coproducción entre Marruecos y España, titulada El jardín de las Hespérides, dirigida por la directora española Alicia Soto. Combinando teatro, danza, narración visual y música, esta experiencia inmersiva exploró el mundo íntimo de las mujeres a través de un enfoque que combinaba mitología, poesía y movimiento. El título del espectáculo se inspira en el mito griego de las Hespérides, las ninfas encargadas de cuidar un jardín con manzanos de frutos dorados, símbolos de protección, feminidad e inmortalidad. Este guiño mitológico se utiliza en la obra como metáfora del mundo íntimo de las mujeres, donde los personajes oscilan entre la esfera privada y la pública, buscando protección y emancipación. El jardín de las Hespérides resultó ser una odisea sensorial e introspectiva, que adentró al público en los meandros del alma femenina. Las emociones se entrecruzan, oscilando entre el dolor y la alegría, la opresión y la liberación, la sumisión y la resistencia, en un espectáculo que ofrece una nueva lectura de la experiencia femenina en el mundo actual. En la interpretación de Alicia Soto, el jardín se convierte en un santuario íntimo, un espacio donde cada mujer alberga sus esperanzas, sus desilusiones y su búsqueda de la luz. En escena, los cuerpos se expresan como un lenguaje visual, revelando las tensiones entre el deseo de emancipación y las limitaciones impuestas por la sociedad. Entre sombra y luz, movimiento y quietud, la danza traduce con fuerza las luchas interiores y las aspiraciones profundas del alma femenina. La coreografía alterna entre la tranquilidad y la agitación, revelando las profundas tensiones internas de las protagonistas. En algunas escenas, las mujeres reclinadas sobre las coloridas telas de parecen en perfecta armonía con su entorno, evocando la feminidad, la fertilidad y la herencia ancestral. Por el contrario, otros cuadros adquieren una dimensión más ritual y expresiva: los brazos se levantan, se cruzan y se entrelazan en un movimiento colectivo de revuelta, encarnando una lucha compartida contra la opresión. Artísticamente, el espectáculo destaca por su sutil fusión de lo visual y lo musical. La iluminación, verdadera herramienta narrativa, da forma a las emociones: las luces tenues evocan el aislamiento y las limitaciones, mientras que los destellos de luz simbolizan la búsqueda de la libertad y el surgimiento de la esperanza. La escenografía, concebida con meticulosa precisión, se integra armoniosamente en el mundo del espectáculo. Al final de la representación, las telas de colores esparcidas por el escenario se transforman en una vibrante metáfora de la riqueza interior y la pluralidad de las experiencias femeninas. En cuanto al sonido, la música fusiona melodías tradicionales marroquíes con ritmos occidentales contemporáneos, tejiendo un puente entre culturas y dotando a la obra de un atractivo universal que trasciende las fronteras geográficas y culturales. El jardín de las Hespérides no sólo es estéticamente agradable, sino que también aborda cuestiones cruciales relacionadas con la condición de la mujer en distintas sociedades. La obra pone de relieve la tensión entre la libertad individual y las normas sociales opresivas, la lucha de la mujer por su identidad en un mundo regido por estructuras patriarcales y el profundo vínculo simbólico entre la mujer y la naturaleza. El espectáculo también plantea cuestiones esenciales sobre la búsqueda existencial de la mujer a través de los tiempos, explorando su viaje iniciático hacia la emancipación y la reapropiación de su identidad. El jardín de las Hespérides es más que una simple crónica de la lucha de las mujeres: celebra su resistencia, su capacidad para reinventarse y superar los retos impuestos por la sociedad. Un proyecto artístico en la encrucijada de culturas Este espectáculo se inscribe en una dinámica de cooperación cultural entre España y Marruecos. Antes de llegar a Túnez, se presentó en España, Portugal y Marruecos en el marco de festivales internacionales de teatro y danza. Esta colaboración pone de relieve la universalidad de los problemas de la mujer, subrayando que la lucha por los derechos de la mujer trasciende las fronteras y afecta a todas las sociedades, sea cual sea su origen cultural, social o geográfico. A través de una sutil fusión de mito y modernidad, movimiento y narrativa, opresión y esperanza, El jardín de las Hespérides es una obra profundamente cautivadora, que transmite un mensaje de emancipación y solidaridad femenina. Al captar la complejidad de la experiencia femenina en toda su riqueza, esta exposición revela una realidad en la que la memoria, la resistencia y los sueños se entrelazan para esbozar los contornos de un futuro más libre y más justo."